Una de las decisiones más difíciles no es casarse, es separarse o divorciarse, puedes tener un sentimiento de temor al futuro tuyo y de tu familia.
Al separarte pudieras sentir miedo a quedarte sola sin apoyo, sin el amor que te habían dado, sin el sustento económico de tu pareja para la carga familiar y muchas otras razones.
Si has hecho todo lo posible por salvar tu relación y aún así no funciona porque tu pareja tiene otra relación o es abusivo, es tal vez el momento de tener un tiempo de separación emocional para ver si la distancia mejora la situación. Si eso no sucede, y has orado al respecto, no hay más nada que hacer porque el amor no se puede obligar.
No puedes retener contigo a quien no quiere estar, en un principio supongo que tampoco fue obligado a casarse contigo. No es fácil tomar la decisión de separarte, especialmente cuando hay niños. Piensas en tí, piensas en ellos, piensas en tu trabajo, en el resto de la familia, en el “qué dirán”, en tus amigos, en tu vida fríamente.
Hay un libro que recomiendo para leerlo antes de tomar la decisión final de separarte, es El Amor debe ser Firme”, del Dr. Dobson.
Allí se dan unos Pasos que generalmente toma una persona que está en la crisis matrimonial:
2. Este pánico hace que ataque al que se quiere ir con palabras airadas, de enojo y decepción.
3. Luego viene la súplica para que no se vaya, puede ser que hasta le ruegue e intente por todos los medios que se quede, en el libro dice, encadenar al otro.
4. En algunas personas, en lugar de reaccionar atrapándolo lo niega o trata de ignorar lo grave de la situación, vive un período de negación.
5. Cuando el cónyuge se quiere ir porque está siendo infiel y quiere separarse, la pareja herida lo trata mostrando su propio dolor, o se echa la culpa a sí misma, y se aferra, si es posible denigrándose a sí misma, todo esto lo hace para que no se vaya.
Este ciclo se repite: pánico, ira, decepción, frustración, negación, aferrarse, amar más, culpabilizarse uno sin ser culpable, ser víctima, sentir soledad, y otra vez comienza.
El doctor Dobson recomienda la distancia emocional, en lugar de aferrarse, es dejar que piense el que se quiere ir sin que lo hostiguen, que en este caso tú te des el valor que Dios te da, que no te humilles más, también que cambies y te armes de confianza, que el que se quiere ir note el cambio y si es que va a regresar, que así sea, y si no que se vaya definitivamente.
1. Ora a Dios.
2. Busca amistades con quien compartir, y si es posible que tengan hijos para que tus hijos también compartan con niños de sus edades.
3. Lee los salmos en la Biblia regularmente.
4. No escuches canciones románticas ni de despecho, más bien, música cristiana que te levante el ánimo.
5. Busca ayuda profesional, un psicólogo, un líder, un consejero con quien compartas en este tiempo y te dé pasos para superar la situación.
6. No llores delante de los niños ni los hagas tus confidentes, busca amigos de tu edad, ellos también están sufriendo.
7. Busca un trabajo si no lo tienes, no solo para sustentar tu hogar sino también para ayudarte con tu buena autoestima,¡ tú puedes salir adelante!
8. No respondas mensajes ni llamadas groseras de tu pareja.
Tú puedes salir de esta situación, si es recuperando el matrimonio sería maravilloso pero si no lo es, si la solución es la separación, aún así puedes salir adelante, aunque será doloroso por un tiempo, volverás a sonreír.
Personalmente pasé por la separación y el divorcio, fue muy doloroso, sentí como Dios me arropaba con su amor y a través de sus Palabras contenidas en la Biblia me decía: Estaré contigo, Yo no te dejaré, ni te abandonaré. Lo superé y Dios me dio la fortaleza que necesitaba para sanar y ser feliz. Habrá un nuevo amanecer para ti también.
Personalmente pasé por la separación y el divorcio, fue muy doloroso, sentí como Dios me arropaba con su amor y a través de sus Palabras contenidas en la Biblia me decía: Estaré contigo, Yo no te dejaré, ni te abandonaré. Lo superé y Dios me dio la fortaleza que necesitaba para sanar y ser feliz. Habrá un nuevo amanecer para ti también.
Por Mery Bracho
El Señor es mi luz y mi salvación ¿De quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida ¿De quién he de atemorizarme? Salmo 27.1
Estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. (Dios). Josué 1:5
Estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. (Dios). Josué 1:5