Hoy dispongo mis oídos para Escuchar y Entender - Reflexión Cristiana de Mery Bracho
Un
maestro estaba
explicando a unos niños de 3 años lo que era el PECADO. Uno de ellos levantó
su mano y dijo:
<Yo he
comido de eso, yo he comido PESCADO!!> . Fue muy gracioso el momento y el
maestro le explicó la diferencia entre el pescado y el pecado. Aunque,
viéndolo bien, muchas veces hemos "comido de eso", hemos
pecado, hemos visto el pecado tan atractivo que comemos de él, cayendo en la
tentación.
Cuando conversamos
con otro es necesario saber si la persona que escuchó está entendiendo el
mensaje transmitido, y si no lo entendió tenemos la oportunidad de aclarar y
evitar incomodar al otro por malinterpretar lo que dijimos. Para evitar
esto pregúntale si entendió lo que le dijiste o pídele que te diga qué
entendió.
Cuántos problemas nos evitaríamos si entendiéramos bien a los demás, habría menos conflictos familiares y laborales, menos culpa echada en los hombros de aquel que escuchó, pero que no entendió bien.
En Proverbios,
Salomón nos invita una y otra vez a escuchar con atención, porque él
sabía la importancia de escuchar para aprender y luego obedecer. Cuando
escuchas con atención le muestras respeto al que te está hablando, no
interrumpiéndole ni aconsejándole si no te lo pide. A veces
las personas quieren solo que las escuchen sin ser juzgadas ni criticadas.
Es una virtud saber escuchar a los demás, es la puerta a la amistad, y en cuanto a las cosas de Dios, escuchar y obedecer es la clave para crecer. Por Mery Bracho
El que tenga oídos
para oír debería escuchar y entender. Marcos 4:23
Hoy dispongo mis oídos para Escuchar y Entender. El arte de escuchar a los demás. No malinterpretar lo que otros dicen. Escuchar sin juzgar ni criticar, ni hablar. Reflexiones cortas de la vida. Meditaciones devocionales cristianas.