Dios perdona y restaura, Él te da una nueva
oportunidad.
Tal
vez has escuchado la historia de Jonás o la canción:” Jonás no le hizo caso a
la Palabra de Dios, por eso al mar profundo la gente lo tiró. Y vino un pez muy
grande y Suas! se lo tragó…”
Jonás
era una persona como tú y yo, con la diferencia que él era un profeta y
Dios le había dicho que fuera a la ciudad de Nínive a decirles que se
arrepintieran de sus cosas malas delante de Dios porque si no lo hacían serían
destruidos en 40 días. Jonás no hizo caso y más bien tomó un barco a
Tarsis y allí se lo tragó el pez sin provocarle daño.
La
obediencia trae bendición y la desobediencia trae consecuencias. Jonás
con su actitud rebelde casi hace que mueran muchas personas en el barco, porque
hubo una tempestad que amenazaba con voltearlo, y perdieron alimentos y
cosas aligerando carga para no morir. Finalmente tiraron la carga de la
causa del problema, a Jonás. Cuando somos desobedientes no solo nosotros
sufrimos las consecuencias, sino también nuestra familia o trabajo.
Estar
3 días dentro de un pez no debe ser nada maravilloso, baba por todos lados,
humedad, hambre, miedo a morir, mareos, ser lanzado de un lado a otro al
moverse el pez, etc. Cuando no obedecemos lo que Dios quiere en su
Palabra podemos sentir miedo, iremos de un problema a otro sin solución, las
condiciones que sufriremos serán difíciles, pero Dios no nos quiere hacer morir
sino enseñarnos a vivir.
Después
de 3 días y de Jonás arrepentirse en oración, el pez lo escupió cerca de la
playa y Jonás ahora sí, luego de darse un buen baño, salió a Nínive a hacer lo
que le fue encomendado. La Biblia dice que si permanecemos cumpliendo la
Palabra de Dios, pediremos todo lo que queramos y será hecho. Tal vez has
hecho peticiones y no han sido contestadas, Dios a veces dice: “No”, pero a
veces la respuesta es que no has sido obediente en seguir a Dios en intimidad y
en una vida íntegra y limpia.
Si
Jonás tuvo una segunda oportunidad de vivir y cumplir el propósito de Dios, tú
también la tienes, no importa lo que hayas hecho ni por cuánto tiempo.
Pídele perdón a Dios y dile que quieres comenzar de nuevo. La Biblia dice que
sus misericordias son nuevas cada mañana. El fin de la historia de Jonás
fue que Dios perdonó a la gente de esa ciudad porque se arrepintieron, y no los
destruyó. Y Jonás se enojó por eso, ¿Puedes creerlo? jaja, bueno, eso
será tema para otra publicación.
Por
Mery Bracho
Reflexiones de buenos deseos para ti. Hoy tienes una segunda oportunidad, Dios te perdona y te restaura. Ser obediente. Me porte mal con Dios y mis padres, me perdonará Dios. Pequé otra vez. Me volví a equivocar de pareja. Divorcio, separación. Postales de motivación.
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