Tus fortalezas son más grandes que tus limitaciones. Adelante.
Una de las cosas que vence a muchas personas es el
miedo. Cuenta
la historia bíblica de un hombre llamado Moisés con una limitación física, era
tartamudo. Siendo israelita
había sido preparado en Egipto como príncipe porque lo había adoptado una
princesa, con la mejor educación de la época. Sin embargo, con todos sus títulos, no se sentía capaz
de llevar a cabo lo que Dios le estaba pidiendo.
Tal vez tú
tengas alguna limitación física o mental que creas te puede impedir realizar
algo grande, o algo que siempre has querido, sin embargo, no estás solo o sola,
pídele a Dios que esté contigo en ese proyecto y no tengas miedo.
Mira lo
que le dijo Dios a Moisés: “¡Ahora ve! Yo estaré contigo cuando hables y te
enseñaré lo que debes decir”. Quizás es hora de que des ese paso de fe y te
arriesgues, que dejes la zona de seguridad y confíes en esas palabras: Yo
estaré contigo y te enseñaré lo que debes decir o hacer.
Moisés
hizo lo que Dios quería, cumplió el propósito de su vida, no creas que fue
fácil, siendo bebé lo pusieron en una cesta en el agua para esconderlo porque
lo querían matar, lo adoptó la princesa, creció en palacio, luego mató a
alguien, y vivió 40 años sin propósito, para después cumplir lo que Dios quería
para él, liberar a un pueblo de la esclavitud de Egipto.
El primer
paso es buscar cómo prepararte para ese momento, hacer un plan y luego
ejecutarlo. Todo es posible para el que cree. Tus fortalezas son más grandes
que tus limitaciones, Adelante.
Por Mery
Bracho
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