Vive intensamente
el hoy
Todos queremos
tener una larga vida en bendición y prosperidad.
Vive tan intensamente como si no hubiera
mañana, que el día de hoy cuente y haga historia, que se diga que lo viviste
con todas las ganas, con ánimo de dar lo mejor de ti, con buena disposición
para amar, para poner a un lado los guantes y dejar de contender.
Al final, lo que
importa más es el amor que podamos dar y si es disciplina, que también sea en
firmeza amorosa. Hace unos años, mi hija
de 6 y una sobrina de 9 se estaban ahogando cerca de la orilla, en la playa.
Fueron arrastradas hacia adentro.
Yo estaba cerca viendo los pescadores, cuando noté que las niñas estaban
ahogándose. Solté cámara, llaves del auto, cartera, y me tiré al agua vestida completamente. No lograba sacar a las niñas porque nos
arrastraba el mar hacia adentro.
En ese momento,
toda mi vida pasó por la mente, en segundos fue como un video de lo bueno, lo
malo, lo feo y lo bonito… <Y si le
hubiera dicho más “Te Quieros” a mis hijas>, <y si hubiera ayudado a más gente, y si…, > continuaban mis
luchas internas mientras me ahogaba. Luchaba
por salvar a mi hija manteniéndola arriba, mi cuñada también entró. Ya éramos 5 ahogándonos, finalmente, una joven logró
salir, buscó unos pescadores con sus cañas de pescar, y nos salvaron. ¡Gracias a Dios!
Pasamos mucho tiempo de nuestra vida en
discusiones sin sentido o con sentido, pero es tiempo invertido valiosísimo que
pudiera ser para compartir, no nos demos el lujo de dejar pasar la vida y no
marcarla con amor, no hace falta que te estés ahogando en desesperación para
reflexionar hoy y dar un cambio de rumbo, hacia la armonía y el
entendimiento, un cambio para buscar a
Dios de corazón, pedir perdón, creer en Él y confiar que guiará tus pasos hacia
un futuro mejor.
Por Mery Bracho.
Tags:
anécdotas
cambio
comunicación
contienda
control de las palabras
familia
motivación
reflexiones cristianas cortas