Levante su vuelo y manténgase en las alturas.
Viajar por avión es una bendición. Andar en las alturas
es aún mejor.
Cuando mis sobrinos y mis hijas estaban pequeños de entre 3 y 5 años, ellos pensaban que su
abuelo vivía dentro de un avión porque cuando venía de visita él siempre venía
por avión y los pequeños nunca habían visto un avión por dentro, así que cuando
veían un avión en el cielo decían: ¡Allá va mi abuelo! y hasta saludaban.
Lo que me gusta de todo esto es que para la imaginación
de estos niños era genial estar siempre en las alturas. Y lo es!!! Pero para estar en las alturas hay que paradójicamente
poner los pies firmes en tierra, quiero decir, firmes en la Roca, Jesús,
nuestra fuente de vida y bendición.
Con Él podemos llegar alto, muy alto, y saber que nos
sostendrá, como dice en la Biblia, levantaremos alas como las águilas,
correremos y no nos cansaremos, caminaremos y no nos fatigaremos porque
esperamos en Dios, nuestra esperanza está en el impulsador de sueños, de metas,
de objetivos, de negocios, de victorias en la vida espiritual y hasta en la
material. Vivamos en las alturas
teniendo esa intimidad necesaria con el Dios de los cielos.
¿Cuando abordarás tu próximo vuelo a las alturas? ¿o ya
estás allí?.
Por Mery Bracho
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