No deje que se empeoren los problemas

No deje que se empeoren los problemas

 Los problemas son como las caries, si no se atienden son más dolorosos y llevará más tiempo resolverlos, no deje que se empeoren.

 Cuando apenas notamos que hay un problema pidamos sabiduría a Dios para resolverlo, no dejemos pasar el tiempo sin hacer nada, tal como una carie no se resuelve cepillando el diente, tampoco se resolverá nuestro problema solamente pasando a darle una miradita, para ver si desapareció. 

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Hay problemas que son producto de circunstancias externas a nosotros, cosas tal vez placenteras que les abrimos la puerta para disfrutarlas, es como el azúcar y la muela, un caramelo puede que no sea dañino, pero comer caramelos con frecuencia sí lo es.  Cuando llegaron esos placeres, en la mujer podría ser el escuchar palabras bonitas de un hombre casado, o soltero pero ella estando casada, esas palabras son dulces pero van formando una carie, cuando abre la boca ya se ve el hueco, ja ja,  empieza a dañarse la relación con su propia pareja, ya las palabras de su cónyuge no son tan agradables como las del galán que es tan varonil y dulce con ella pero extraño. 

Por su parte para un hombre el problema grande puede ser su mirada, ¡es tan difícil controlarla! pero no imposible.  Dios te hizo con esa capacidad de mirar y emocionarte, pero también te dio el dominio propio para controlar esas emociones.  Tu mirada sin control puede formar una carie en tu mente, será difícil mantener tus pensamientos bajo llave, cada uno querra más de aquello que alguna vez lo alimentaste, la dulce mirada a mujeres. 

El tratamiento de conducto es un procedimiento dental para limpiar la parte interna de la muela, matar el nervio y salvarla, evitando que sienta dolor e infección.  Algunos de nuestros problemas después de haber dejado que se empeoren necesitarán pasar por un gran dolor antes de sanar.  Pero si no lo hacemos las consecuencias serán peores. 

Dios te de sabiduría para no dejar que tus problemas actuales, con tu pareja, con tus hijos, con tus relaciones interpersonales, te lleven al punto de necesitar un doloroso tratamiento de conducto emocional.  Enfréntalos lo antes posible y tendrás más gozo, más paz y tu fe aumentará. Esa sabiduría la puedes pedir en oración, la Biblia dice que  “oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos”. Comienza a orar por esos problemas que estás dejando pasar.

Por Mery Bracho

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