Las
tormentas no se pueden evitar pero se puede estar prevenido y preparado para
cuando vengan. Para prevenir desastres
cuando es una zona de tormentas se dan una serie de instrucciones a la
comunidad de manera que sepan qué hacer y cómo hacerlo.
Así también, preparándonos espiritualmente podemos prevenir depresiones y hasta enfermedades por las tormentas de la vida. La Biblia nos enseña que no tenemos lucha contra personas sino contra cosas espirituales, por lo tanto necesitamos fuerza espiritual.
"La tormenta pasa y el perverso desaparece, pero el justo permanece fuerte para
siempre." *
La
fuerza para mantenernos firmes en la tormenta
la da Dios, creyendo en su
Hijo Jesús, quien es nuestra fortaleza, nuestra roca fuerte para estar seguros,
nuestro escondite, nuestro castillo.
No
esperemos estar en desesperación para buscar a Dios aunque Él no te dejará solo por su gran amor hacia ti, levantemos murallas de protección
para nosotros para nuestras familias, a través de la oración y el aprendizaje
de su Palabra, que son como el cemento que tendrán esas murallas.
Por Mery Bracho
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