La
vida es como un salón de clases,
con
cierta rutina, con diferentes tipos de personalidades
que se cruzan en nuestro
camino,
con
personas tan especiales que quisiéramos llevarlas a casa y otras tan
insoportables
que
quisiéramos se mudaran a otro salón.
La
vida es como un salón de clases,
con
líderes que son un amor y otros que solo causan dolor,
con
compañeros que se te prenden y otros de los cuales aprendes.
La
vida es como un salón de clases,
con
pruebas que si no superas, te quedarás un año más para superar,
con
satisfacciones y buenas calificaciones o
fracasos
y lágrimas por los rincones.
La
vida es como un salón de clases,
que
se diga que la viviste con entusiasmo, con ganas de aprobar,
con
esfuerzo y dedicación, con sacrificio pero también con ilusión,
que
pases por allí y dejes tu huella de aliento, de vida, de bendición.
Por
Mery Bracho
.