Filtra tus pensamientos en Dios

Filtra tus pensamientos en Dios

 Fuimos creados para dar olor fragante, para ser bendecidos y ser de bendición. 

Podemos cumplir el propósito de Dios cuando le buscamos con corazón sincero y tenemos cuidado de filtrar lo que quiera entrar a la mente.

Qué agradable es tomarse un café. 

Veamos el proceso para prepararlo, primero llenas la cafetera de agua, luego pones el filtro, y le pones el café. 

Enciendes la cafetera y esperas un tiempo para que el agua caliente filtre el café.  

Luego al caer en la jarra disfrutaremos de ese delicioso café. 

En la vida todos podemos hacer uso de un filtro puesto por Dios, nuestra mente. 

Dice la Biblia que pensemos en todo lo verdadero, bueno, agradable, perfecto, puro, de buen nombre, de virtud, de admiración.  

A nuestra mente llega buena y mala información, la mala la rechazaremos para evitar que nos contamine. 

¿De qué manera se filtra el café? 

Con el agua bien caliente. 

Nuestra vida debe estar hirviendo en el sentido de tener una relación cercana con el dador del calor, Dios.

Que esté bien caliente tu vida leyendo sus palabras contenidas en la Biblia, orando y sirviendo.

Dios no quiere una vida tibia ni fría, porque ninguno de estos estados darán como resultado una buena relación con él.

 La Biblia dice, que si somos tibios, Dios nos vomitará, es decir, si estamos un día felices sirviendo a Dios y otro día pecando sin cuidado, somos tibios.  

No disfrutarás del buen aroma de tu vida, del buen sabor de ella, si eres frío tampoco.  

Solo los que están calientes en espíritu conseguirán su propósito en Dios. 

¿Qué pasaría si al agua fría le pongo un poco de café que es para filtrarse con agua caliente? 

Dará como resultado un café amargo y desagradable.  

Si no estamos calientes, el resultado será una vida con muy poca felicidad duradera.  

Jesús vino para darte vida en abundancia.

No pongas cualquier cosa en ese filtro, ya sabes lo que Dios quiere, y que hay cosas que no convienen. 

Tu mente filtrará bien y tu vida será de su agrado. 
Mery Bracho.