Entrega al Señor todo lo que haces; confía en Él, y Él te ayudará. El primer paso es creer pero cuando creemos actuamos de acuerdo a esa fe, y de esa manera vemos a Dios haciendo su obra en nosotros o en nuestro problema.
Cuando
vamos a un circo y vemos cómo los trapecistas caminan sobre una cuerda
confiamos que ellos saben lo que hacen y les irá bien.
Pero si nos pidieran que nos dejásemos cargar por uno de ellos para que nos lleven en sus brazos hasta el otro extremo probablemente ya no estaríamos tan confiados. Pero en Dios podemos confiar porque Él nos hizo, nos conoce, nos ama, Él quiere que nos vaya bien y que podamos tener éxito en lo que hagamos. Puedes estar seguro que Dios te sostendrá en los momentos más difíciles.
Pero si nos pidieran que nos dejásemos cargar por uno de ellos para que nos lleven en sus brazos hasta el otro extremo probablemente ya no estaríamos tan confiados. Pero en Dios podemos confiar porque Él nos hizo, nos conoce, nos ama, Él quiere que nos vaya bien y que podamos tener éxito en lo que hagamos. Puedes estar seguro que Dios te sostendrá en los momentos más difíciles.
Dios
dice en la Biblia que le entregues a Él “todo” que Él te ayudará.
Te ayudará a
resolver tu problema: Dios es tu pronto auxilio cuando estás en
problemas, llega a tiempo, te sostiene, te levanta si es necesario, abre un
camino para que veas la luz en medio de tu oscuridad. Para recibir esta ayuda pídela en oración, con tus propias palabras, Dios escucha. Confìale a Dios todas tus preocupaciones porque Él tiene cuidado de ti.
Te ayuda a tener
paz mientras esperas por la solución: aunque no veas la salida de una
vez puedes confiar que Dios te llena de esa paz de Jesús que no entiendes pero
está allí dándote serenidad.
Te ayuda a ser
paciente durante el problema:
en algunas ocasiones no verás la solución rápida a tu problema, pero puedes
confiar que te ayudará a superar cada obstáculo sin desmayar, sin rendirte
porque estás bajo el fruto de esa esperanza que te hace mantener la calma y ser
paciente. La Biblia dice que la paciencia debe alcanzar la meta de hacernos completamente maduros.
Te hace creer, para tener fe que Dios hará su obra en tu situación. Al que cree todo le es posible.
Te hace crecer, te
fortalece, te renueva: Las experiencias fortalecerán tu vida y la
nutrirán, te darán madurez, los problemas son esa fuerza que revitaliza tu
existencia porque Dios está contigo y quiere lo mejor para ti. Confía en el gran poder del Señor para fortalecerte.
Por
Mery Bracho
Santiago 1:2; Salmo 37:5.
Santiago 1:2; Salmo 37:5.
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