Si
tenemos paciencia Dios nos da lo mejor.
Cuando hacemos peticiones a Dios queremos ver la respuesta inmediatamente pero no siempre Él responde rápido, a veces tenemos que esperar en fe y paciencia.
Una
niña quería que su papá le regalara una bicicleta para navidad. Ella fue
también a la tienda acompañando a su padre pero cuando llegaron ya solo
quedaban bicicletas azules para su tamaño, no había ninguna rosada como ella la
había querido. Ella vio una bicicleta
que era muy pequeña para su tamaño pero igual le dijo a su papá que se la
comprara.
El papá le dijo que esa era muy pequeña pero ella insistió hasta lograr la compra. Luego no pudo disfrutar la bicicleta por mucho tiempo porque era muy pequeñita para su tamaño. Solo por no esperar unos días a que llegaran las otras bicicletas.
El papá le dijo que esa era muy pequeña pero ella insistió hasta lograr la compra. Luego no pudo disfrutar la bicicleta por mucho tiempo porque era muy pequeñita para su tamaño. Solo por no esperar unos días a que llegaran las otras bicicletas.
Así
nos sucede a veces con Dios cuando le pedimos algo, estamos tan desesperados
por recibirlo que nos conformamos con algo aunque no sea lo que Dios quiere ni
lo adecuado, solo porque lo queremos ya, ya, ya. Dejamos de recibir una bendición mayor por la
falta de paciencia, puede ser hasta un mejor empleo, un mejor negocio, una
mejor decisión.
Dios
es nuestro padre, y Él sabe qué es lo mejor para nosotros, Él nos hizo y nos
conoce. Él puede respondernos “Espera-“ Solo dale un tiempo, que su tiempo es
perfecto, adecuado, su voluntad es buena.
Bendiciones de Dios para ti y mucha paciencia para esperar las
respuestas a tus peticiones.
La
Biblia nos enseña que “Si pedimos alguna cosa según su voluntad, Él nos oye y
nos da lo que pidamos”.
Por
Mery Bracho