El error de juzgar por apariencias
Cuando en la historia bíblica el profeta estaba buscando al próximo rey de Israel para ungirlo, fue a su casa y pensaba que alguno de los hermanos más atractivos sería el rey escogido y Dios le dijo que no era así, que la gente juzga por las apariencias pero Dios mira el corazón.
En la capital de Estados Unidos, Washington DC, un famoso violinista llamado Joshua Bell se sentó en una estación del metro y comenzó a tocar el violín, era invierno y hacía frío.
Tocó por 45 minutos 6 piezas de Bach. Mucha gente pasó por allí, cientos de ellos lo vieron pero pocos se detuvieron, algunos le daban alguna moneda. En 45 minutos hizo 31 dólares en propinas. Nadie sabía quién era pero dos días antes había tocado en Boston, este destacado y famoso violinista, sus piezas fluían en su violín de 3,5 millones de dólares. En el teatro donde tocó cada entrada se vendió en un promedio de 100 dólares.
No juzguemos por las apariencias. Aún la persona más humilde tiene mucho que dar y podemos aprender de ella. Nos perdemos bendiciones cuando no les damos la oportunidad de compartir con nosotros lo que son o lo que Dios está haciendo en ellos.
En la capital de Estados Unidos, Washington DC, un famoso violinista llamado Joshua Bell se sentó en una estación del metro y comenzó a tocar el violín, era invierno y hacía frío.
Tocó por 45 minutos 6 piezas de Bach. Mucha gente pasó por allí, cientos de ellos lo vieron pero pocos se detuvieron, algunos le daban alguna moneda. En 45 minutos hizo 31 dólares en propinas. Nadie sabía quién era pero dos días antes había tocado en Boston, este destacado y famoso violinista, sus piezas fluían en su violín de 3,5 millones de dólares. En el teatro donde tocó cada entrada se vendió en un promedio de 100 dólares.
No juzguemos por las apariencias. Aún la persona más humilde tiene mucho que dar y podemos aprender de ella. Nos perdemos bendiciones cuando no les damos la oportunidad de compartir con nosotros lo que son o lo que Dios está haciendo en ellos.
Aún al mismo Jesús, lo rechazaron como Mesías, porque le decían que era el hijo del carpintero. Se perdieron la bendición de ser sanados, rescatados, consolados por el mismo Jesús.
Por Mery Bracho.
1 Samuel 16:7
La gente juzga por las apariencias, pero Dios mira el corazón.Por Mery Bracho.
1 Samuel 16:7
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