Vamos a comparar algunas cosas vistas desde la perspectiva de la gente y como las ve Dios. Nos cuesta hacer estas cosas si no hemos experimentado la bendición de Dios al actuar de acuerdo a cómo Dios dice, pero ciertamente si las hacemos vamos a tener muchísimas más bendiciones de lo que hubiésemos imaginado alguna vez.
La gente dice: Ver para creer,
Dios dice: Creer para ver.
La fe en Dios es importante si queremos vivir una vida agradable a Él, porque sin fe es imposible agradarle. La fe se apoya en las obras, ir a la acción aún cuando no veamos el final de lo que queremos.
La gente dice: Ama a tu amigo y desprecia a tu enemigo.
Dios dice: Ama a tu amigo y también a tu enemigo.
La Biblia nos enseña no solo a amar a los enemigos sino a darles comida si es necesario, a orar por los que nos ultrajan y nos persiguen, a bendecir y no maldecirlos.
La gente dice: mientras más guardas más tienes.
Dios dice: mientras más das, más tienes.
No se trata de gastar el dinero y las posesiones en placeres sino en ayudar a los demás en necesidades. La matemática de Dios es diferente a la nuestra, mientras más dividimos entre la gente lo que Él mismo nos da, más nos multiplica a nosotros.
Dice la Biblia que nos será dado tan abundantemente que nos sobrará, hasta que rebosa el saco donde está cayendo la bendición. No es recibir para dar, es dar y Dios nos dará, abrirá las ventanas de los cielos en bendiciones para nosotros.
Por Mery Bracho
La gente dice: Ver para creer,
Dios dice: Creer para ver.
La fe en Dios es importante si queremos vivir una vida agradable a Él, porque sin fe es imposible agradarle. La fe se apoya en las obras, ir a la acción aún cuando no veamos el final de lo que queremos.
La gente dice: Ama a tu amigo y desprecia a tu enemigo.
Dios dice: Ama a tu amigo y también a tu enemigo.
La Biblia nos enseña no solo a amar a los enemigos sino a darles comida si es necesario, a orar por los que nos ultrajan y nos persiguen, a bendecir y no maldecirlos.
La gente dice: mientras más guardas más tienes.
Dios dice: mientras más das, más tienes.
No se trata de gastar el dinero y las posesiones en placeres sino en ayudar a los demás en necesidades. La matemática de Dios es diferente a la nuestra, mientras más dividimos entre la gente lo que Él mismo nos da, más nos multiplica a nosotros.
Dice la Biblia que nos será dado tan abundantemente que nos sobrará, hasta que rebosa el saco donde está cayendo la bendición. No es recibir para dar, es dar y Dios nos dará, abrirá las ventanas de los cielos en bendiciones para nosotros.
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