Ya sean grandes o pequeños, en mis problemas tomaré fuerzas en Dios y no me soltaré porque sé que Él me sostiene.
Cuando mi hija tenía unos 3 años y andábamos caminando, la tomaba de la mano al ir por la acera protegiéndola del peligro de la calle con todos los autos pasando, pero cuando llegábamos a la avenida principal con varios canales de autos en ambas direcciones la tomaba en mis brazos para atravesar la calle.
Dios te toma de la mano cuando vas por el camino pero cuando la vida se torna difícil y crees que no puedes atravesar por los problemas y salir triunfante, Dios, como tu padre te toma en los brazos y te lleva hasta donde puedas tomar fuerzas nuevamente para continuar.
No te sueltes de la verdad, no te sueltes de la fe, no dejes de seguir por el camino que conduce a la vida abundante, toma fuerte la mano de Dios."Él renueva mi alma. Me lleva por buenos caminos para mostrarme lo bondadoso que es" Salmo 23.