Aunque no me lo merezca Dios me perdona. Aunque no me lo merezca, Dios me da una nueva oportunidad de ser feliz.
Cuando pienso en gente mala pienso en Zaqueo, un hombre de la historia que según el relato de la Biblia era cobrador de impuestos, el cual tenía mala fama de cobrar más de lo debido, era el jefe de los cobradores de impuesto y se había hecho muy rico. Era tan malo, pero tan malo, que la gente murmuraba y disgustada decía que Jesús, el hijo de Dios se había ido a hospedar en casa de Zaqueo que era un pecador.
Aunque Zaqueo no se lo merecía, Jesús primero lo llamó por su nombre, nadie le había dicho a Jesús cómo se llamaba él. Le dijo: “Zaqueo, bájate de allí, quiero ir a tu casa”.
No importa lo malo que hayas sido.
Si tú crees que no mereces perdón de Dios por algo que has hecho, tal vez un aborto, o intentaste quitarte la vida, o abandonaste tu familia, o hiciste alguna otra cosa muy mala, mira el ejemplo de Zaqueo, tal vez hasta había dejado mucha gente en la ruina o hasta en la cárcel por no pagarle los impuestos. . Lo más lindo es que Jesús le dijo a la gente que criticaba: “El hijo del hombre (Jesús mismo) vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”.
Jesús te mira con amor.
Jesús te mira con amor.
Jesús miró con amor a Zaqueo y también te mira a ti, él sabe qué es lo que hiciste, y tal vez tienes eso guardado en tu corazón, pero aún así te dice: Te he venido a buscar y a salvar porque te habías perdido, Quiero vivir en tu vida, en tu corazón”. El resultado de la visita a la casa de Zaqueo fue un arrepentimiento sincero de este hombre y una acción que demostró su cambio, le dijo a Jesús que daría la mitad de su fortuna a los pobres y devolvería lo estafado multiplicado por 4 veces.
Tienes una Nueva Oportunidad.
Tienes una Nueva Oportunidad.
Aunque no lo merezcas, Dios te ofrece su perdón a través de su hijo Jesús. Te da una nueva oportunidad de vivir y de hacer las cosas bien, puedes empezar de nuevo, esta vez con Jesús en tu vida. Si así lo deseas dile: “Jesús, creo en ti, creo que moriste en esa cruz para salvarme de mis pecados incluyendo este que me ha atormentado y no me deja ser feliz. Perdóname. Creo en tu perdón. Acepto tu salvación. Dame el gozo de vivir y de compartir este cambio con otros. Amén”.
Me gustaría saber si hiciste esta corta oración, envía un mensaje a merybracho@gmail.com.
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Si así lo hiciste Dios te perdonó y tú también debes perdonarte para que el gozo vuelva a ti, además de vivir acorde a lo que has decidido hacer, es decir, necesitas un cambio de dirección y moverte hacia lo que es correcto y verdadero así como lo hizo Zaqueo. ¿Estás listo(a)?
Lucas 19:1-9
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