El oro y la plata se prueban con el fuego, el corazón lo prueba el Señor.(*)
Una pieza hecha de oro es hermosa, para que se convirtiera en eso tuvo que pasar por un proceso de purificación del oro a través del fuego a no menos de 537 grados centígrados.
Todos admiran la belleza del mineral purificado pero no llamaba mucho la atención cuando estaba en su estado natural.
Tú y yo necesitamos ser purificados, que de nuestro corazón se queme el enojo, la amargura, el orgullo, la impaciencia, la falta de compasión, de amor y todo lo que no es bueno para lo cual Dios nos purifica, pasamos por pruebas que en ocasiones son muy duras pero saldremos brillantes y renovados.
Mientras no dejemos que Dios nos pruebe y nos enseñe como un padre a su hijo, no conoceremos la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta. Todos queremos bendiciones y eso es bueno pero hay muchas más bendiciones para una persona que es purificada y fortalecida en las pruebas que para quien sigue viviendo a su manera.
Dios quiere fundir en ti ese oro para que brilles en este mundo, hará de ti un instrumento, un vaso útil y duradero, con vida eterna. Por Mery Bracho
(*) Proverbios 17:3
Dios purifica tu vida como el fuego, pasas pruebas para brillar, reflexión cristiana corta por Mery Bracho