Si estás esperando que alguien te haga feliz, te decepcionarás más de lo que habías imaginado. Sólo Dios puede llenar ese vacío y tu actitud hacia la vida debe ser "Seré feliz desde mi interior hacia afuera sin esperar que otros me hagan feliz".
Puedes casarte, tener un hijo, ayudar a tus padres, ayudar al desamparado pero si no está el amor que Dios te da y que sólo proviene de Él, no habrá completa felicidad. Dios, es quien te da felicidad aún cuando tengas problemas, porque en medio de ellos tendrás paz. Cuando quitamos nuestra mirada y la presión sobre la gente para que nos haga feliz y buscamos a Dios, las cosas cambian, al cambiar el enfoque iremos a nuestro interior y lo confortaremos en Dios y en su amor.
Mira como termina el Salmo 23, …”El bien y la misericordia me seguirán todos los días y en la casa de mi Padre moraré por largos días”. El Salmo 91 dice: “Lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación”. por Mery Bracho
Reflexión sobre la felicidad, ser feliz.
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