Dios te acepta así como estés en este justo momento, decidió amarte porque así lo quiso, envió un día a su hijo Jesús como hombre a este mundo para enseñarte lo que es el amor a través de su sacrificio en la cruz, sin pecado pero cargando el pecado de todos nosotros.
La parábola del hijo perdido habla de ese amor de padre que tiene Dios. Él no obligó a su hijo menor a que se quedara, el hijo pidió la herencia y le fue dada. No era lo más sabio recibirla en ese momento y luego tener vivencias con ella sin embargo Dios ha puesto un dominio propio en cada uno de nosotros y el hijo perdido se fue y vivió perdidamente. Malgastó todo y terminó haciendo lo peor para una persona judía como él, cuidar cerdos.
Aún con el olor a cerdo en su ropa regresó a su verdadera casa donde había limpieza, comida y un equilibrio en la vida. Su padre lo vio y lo recibió con los brazos abiertos, sí olía mal pero era su hijo y lo amaba, sí, había pecado, pero el hijo se arrepintió, sí, hizo cosas incorrectas pero el padre le amó y lo perdonó.
El hijo perdido no podía estar en la casa de su padre con esa ropa, el padre lo manda a bañarse, a ponerse un buen calzado, le otorga el anillo y un traje nuevo. Es cierto que Dios nos acepta como vengamos pero quiere que estemos en pureza de ahora en adelante, nos lavamos, nos pone un anillo, un sello espiritual, un vestido limpio y un calzado de paz. Ya no dejes que nadie te diga que “eres culpable” porque hiciste esto o aquello en el pasado. Mírate, Dios te rescató, te trajo hasta donde estás y ahora eres limpio si te arrepientes. “Las cosas viejas pasaron, todas son hechas nuevas”. No dejes que te vuelvan a esclavizar con normas que el Padre no ha puesto, eres limpio por la sangre de Jesús, eres nueva persona, la gracia de Dios es un regalo que nadie te puede quitar. Tal vez al hijo le vieron una manchita en el vestido y le volvieron a acusar con el pasado, “Mira lo que hiciste, por eso eres…” No aceptes esas palabras, Dios te recibe en su gracia, en su amor, sigue adelante con fe.
Si eres divorciada, o separado, o pasaste por drogas, corrupción o cualquier otra cosa Jesús quiere que vivas el hoy y pienses en el mañana no en el ayer. Dios te abre los brazos y te recibe, te ha dado vida, es una vida hermosa y con retos a vencer. Da gracias a Dios y sigue haciendo lo correcto. El hijo perdido tuvo 2 planes, uno con el cual fracasó y el otro con el cual volvió a la vida y a la bendición. Puedes volver a tu Padre celestial y decidirte por el cambio. Dios, hará fiesta si decides volver a Él y seguirle día a día de cerca, haciendo su voluntad. Él te recibe con su amor incondicional. Por Mery Bracho