Toma el Control de tu Vida. Reflexión Corta
Estar en control de nuestras acciones, emociones y actitudes es muy importante para lograr vivir tranquilo y feliz.
Si eres soltero o tus hijos son adultos, te divorciaste y ahora vives sólo o sola, toma el control de ti mismo. Tú eres el dueño de tu propia diversión. No esperes que otros te hagan la fiesta, háztela tú mismo, no esperes que los otros digan, hagan o dejen de hacer para actuar en consecuencia, sé diligente y decide que aceptarás y qué no aceptarás.
No es suficiente saber que ahora yo soy independiente, mis palabras lo respaldan. Cuando alguien me llame y me pregunte algo, decidiré hasta qué punto contestar o cambiar el tema. Soy dueño de mi silencio y de lo que digo soy esclavo. Si ya no eres un niño o adolescente dependiente siéntete en control al poner límite a tus palabras y a la información que das. Los demás entenderán.
Toma el control de tus Emociones.
Decide que no caerás en un mar de lágrimas porque se fueron de tu lado. Vamos, el mundo no se acaba!! Es hora de levantarte y arreglarte, de vestirte y salir a pasear, es el momento de hacer tu propia diversión y no sumirte en un pozo de autoconmiseración, de “pobrecito yo”, de “nadie me quiere”.
No dejes que tu vida gire alrededor de una persona, toma las riendas de tus sentimientos, no dejes que el enojo te quite la paz, ni que las actitudes de otros te hagan perder el equilibrio.
Toma el control de tu Mente.
Un proverbio de Salomón dice: Sobre toda cosa que cuides, cuida tu mente porque de allí saldrá la vida. Para hacerte cargo de tu propia diversión no puedes dejar tu mente fuera de control, debe obedecerte, debe pensar en lo que decidas y no en cualquier cosa que los demás quieran que pienses.
Alimentar en nuestra mente sentimientos de fracaso nos harán sentir fracasados, si nos quedamos en el pasado cuando todo nos parecía bonito, nos costará que el presente sea bonito.
Todo requiere esfuerzo, y la mente necesita disciplina y sujeción a lo que quiero que piense y me convenga.
Toma el control de tus Actos.
Aún cuando vivan en tu misma casa otras personas adultas o jóvenes, si vas a jugar con tu propia diversión no vivas haciendo trabajar el motor de los demás. Cada quien es responsable de sus actos, y tú de los tuyos. Si quieres cambiar para adaptarte a lo que a ti te gusta, que es lícito y eres dueño de tu casa, ¿Por qué no hacerlo?
No esperes que los demás te hagan feliz. Sé feliz tu mismo, controla tus palabras, acciones, mente y emociones. Mery Bracho.
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